sábado, 28 de diciembre de 2013

EN RECUERDO DE MI PAPÁ, que con Cristo está ...

Mi padre: un extraordinario padre “normal”.

Mi padre, Enrique Carlos Flores Martínez, es un gran hombre. La grandeza de su vida se hizo sin que tal vez él se diera cuenta, hizo su vida como un padre común. Hay nobleza en la vida de un hombre que se ofrece a su familia durante décadas, sacrificando los deseos personales, comodidades y, a veces sueños para el mejoramiento de su familia; hay nobleza y obediencia en un hombre que dejando todo abraza el ministerio y sirve a los demás.


Mi padre vivió esta vida, estableciendo con toda claridad un ejemplo de un proveedor desinteresado, de un cristiano y pastor fiel al Señor. Como padre, nuestro papá se sacrificó personalmente para que nosotros sus hijos, seis varones, podamos experimentar esfuerzos enriquecedores para toda la vida.

Un hombre culto e inteligente, papá alentó la educación en nosotros. Su ministerio comenzó en la ciudad de Loncoche y desde ahí fuimos trasladados a diversas ciudades, muchos de esos traslados fueron sorpresivos pero nunca le oímos quejarse o producir un cambio en su enorme paciencia.

Mi padre es un hombre  tranquilo, humilde. Hombre de increíble paciencia y disciplina. Su ética de trabajo es de lo mejor, y estoy agradecido de haber aprendido de él el valor del trabajo y amor por el santo llamamiento.

Por desgracia, últimamente una compleja enfermedad está robando a mi padre de muchas de sus habilidades, sin embargo, esta enfermedad cruel no tiene poder para robar la preciosa esencia de este hombre amable y fe. Su dependencia del Señor se ha acrisolado, solo espera en Él.

Me veo con orgullo como su hijo, su legado es notorio en nuestra familia, en la vida de mis hijas - su ética de trabajo, la entrega desinteresada a los demás y la alegría en el aprendizaje.

Tengo la sensación de algunos de los rasgos de mi padre en mí y yo los atesoro y valoro, mientras me esfuerzo en poder seguir su ejemplar vida, como padre y ministro del Evangelio.

  • NOTA: Nuestro padre falleció y fue trasladado a la presencia del Señor el día 09 de noviembre del 2013.


C.  Iván Flores Hernández

Iquique, octubre 2013.

1 comentario:

Unknown dijo...

ha pasado un año... sigues en nuestro recuerdo