sábado, 16 de julio de 2011

CON MIS PADRES

IVANNA SARAY - Nuestra Primera nieta

Reflexiones del alma relativos a ALMA

Un pedacito de historia … nuestra historia
REFLEXIONES DEL ALMA RELATIVOS A ALMA


Tome mi notebook decidido a escribir algo de nuestros recuerdos y paso por Republica Dominicana(1997-2007), hace tiempo que no lo hacia. He resuelto no levantarme hasta que termine. Hacer unas reflexiones en voz alta del fondo del alma, es sábado por la noche y en familia, mientras de fondo suena una canción que dice “Dios siempre tiene el control, yo vivo en paz, porque Dios tiene el control”. Y de eso es que quisiera contar, con la base que todo está bajo el control divino. Las escribo para compartirlas en exclusivo con nuestros amigos cercanos de equipo y testimonio. Es decir, es una edición limitada. Es para aquellos que fueron gestores para que Ministerio Alianza Matrimonial (ALMA), Santo Domingo pueda mirar hacia atrás y ver diez maravillosos años de servicio a la sociedad y familia dominicana. Esta es nuestra historia, que bien lo expresa una canción de despertar de día domingo, la verdad que para nosotros después de 25 años de vida matrimonial esta canción retrata nuestra relación: “Lo nuestro es un amor para la historia … Cada memoria nos marcará la vida entera … Lo nuestro es un amor más grande que el amor. Tan grande que es mi estrella y mi bandera … Lo nuestro es un amor que es tan profundo que asombra al mundo … Que da esperanza y ganas nuevas” (Gilberto Santarosa).

Hacer una mirada retrospectiva, después de más de diez años atrás, es un trabajo interesante. En 1998 comenzó el preparativo con tremendas expectativas de lo que definitivamente iba a marcar nuestras vidas y la de cientos de familias en la ciudad de Santo Domingo. Volver a hurguetear entre los recuerdos, no siempre es fácil, muchos de ellos están insertos en lo profundo de nuestro ser, en el alma, de donde posiblemente no saldrán. Un viejo tango argentino dice que 20 años no es nada. Pero, por el trabajo y repercusión espiritual y social, lo realizados hace ya más de 10 años de ministerio si es mucho, y sale de la nada.

Mientras escribo pasan por mi mente tantos nombres, pienso que mejor no haré mención de ellos aquí en esta reflexión, porque si omito a algunos pudiera ser algo grave, y esa no es mi intención. Por ello solo mencionaré algunos momentos memorables donde los que hemos sido participes lo asociaremos a una persona. Como olvidarnos de esos encuentros en nuestra casa de Mirador Norte, especialmente cada vez que volvían los grupos que viajaron a Chile y Venezuela, la complicidad de amor que se fue gestando afianzo las amistades entre muchos, hasta el día de hoy. Todos los de aquella primera etapa recordaremos a nuestro amigo que estilo DJ nos hacia recordar nuestro compromiso, haciendo sonar telefónicamente una de las canciones aprendidas, ¿te recuerdas?

Simplemente para la gran mayoría ALMA fue un antes y después. Luego vino la preparación para el primer encuentro un tiempo inolvidable, fue de entrega total, trabajo le dio a alguien encontrar quesitos triangulares como decía el ítems, pero llegó con ellos, no podía ser de otra forma. Todo se realizó con el alma para ALMA., y es así como comenzó la historia de Encuentro.

Ese primer encuentro verdaderamente fue increíble, febrero del 2001. Dios proveyó milagrosamente de todo, especialmente para llevar a 13 parejas desde Santiago de Chile, y hospedándolos en el Hotel Dominican Fiesta, si hoy sacamos cuenta esto fue en verdadero milagro de provisión divina, provisión que fue generosa por todos los años que vivimos esta experiencia en Quisqueya. Ciertamente fue un inicio de fe y de bella locura, como bien lo expreso alguien en oración: “Iván estaba loco al comenzar todo esto”. Pero el milagro obró por intermedio de muchos que se dejaron usar por el Señor, no podré olvidarme de matrimonios que generosamente se dispusieron a pagar prácticamente fines de semana por ellos solos, y mucho de esto en el anonimato. Gracias a cada uno de ellos que se dejó guiar por el Señor.

La gran prueba de crecimiento fue cuando tomamos la decisión de tener nuestro propio equipo de Testimonio, con voz y experiencia dominicana. Recordamos esos emotivos, llorados, privados y ansiosos tiempos de preparación de las parejas de Testimonio. ¿Recuerdas ese día cuando arrancamos como equipo dominicano? Esa tarde encerrados en la lavandería de la zona colonial, nuestra oficial casa sede. Repasamos una y otra vez cada palabra, cansados y sudados. Oramos proyectándonos en lo que Dios nos había dado, y de eso han pasado ya 10 años. Algunos lo hicieron con temor, pero con mucha decisión de hacer de nuestras vidas un instrumento de bendición. Y así ha sido.

Desde ese primer encuentro nos dimos cuenta que eso era por lo cual tanto habíamos orado, una instancia y herramienta para alcanzar a la gente. Con el pasar de los años vimos tantos cambios y transformaciones maravillosas, verdaderos milagros de vida, que ya son parte de nuestra historia ministerial, ciertamente a esta altura “son nuestro gozo y corona”. Aún recordamos ver llorar a muchos, incrédulos y sospechosos en cada viernes de llegada al Encuentro, que se contrastaba tanto con la salida del domingo y reencuentro en las horas venideras. En todos esos años que deambulamos desde la casa en calle Rómulo Betancourt 551, Museo De Historia Natural, nuestra casa de Mirador Norte y Condominio “Don Honorio” (recuerdo a doña Ana Leonidas tan preocupada expresar: “¿Y tan mal está la iglesia que los pastores tiene que ir a vivir donde Honorio?”), y finalmente el templo de los chinitos. Y la bendición la comenzamos a experimentar. Las experiencias de cercanía con muchos se inicio. Un día recuerdo que habiendo pasado unas semanas de un FDS estaba en Ferretería La Americana y me encontré con algunos vivientes, esos abrazos de saludos, llenos de amor, eran la mejor recompensa de nuestra tarea que nos lleno el alma y corazón. Tantos amigos, y nosotros deseosos de llegar a un millón de amigos, la verdad es que nos faltó bastante… pero aún estamos en eso.

Y, como olvidarnos de aquellos hogares que se abrieron para los tiempos de seguimiento, desde casas humildes a otras excelentes. Dios nos había provisto de una llave para la evangelización que Casa de Bendición había orado por tantos años, de esa pequeña comunidad que nació en un parqueo de una casa. Muchas de esos nuevos creyentes estaban ávidos de saber más del Señor, y de Su obrar en sus vidas y matrimonios. Uno de ellos, de los últimos, no nos dejaba ir sino hasta altas horas con tal de aprender, sabiendo que pronto retornábamos a Chile (una pista el él, tiene una piscina). Ciertamente muchos de ellos serán nuestros amigos e hijos espirituales por siempre., y al pensar en esto creemos que el Señor nos llevó a Dominicana con propósitos definidos y así fue.

Han pasado más de 10 años, con más de 20 encuentros realizados, siguiendo la visión recibida. A la distancia, al sur del mundo, con más calma y reflexión, Naara y yo (Iván) hemos conversado muchísimas veces sobre la bendición de haber sido parte de este verdadero despertar y renovación matrimonial de cientos de matrimonios dominicanos y dominicanas. Para nosotros mirar hacia atrás no es gran trabajo, ya que pareciera que fue ayer cuando emprendíamos la experiencia de preparar y vivir cada fin de semana. No olvidaremos cuando en nuestro viejo y “quemao (léase también explotao)” Mazda 929 (Mi Ferrari, que en su época también fue cero kilómetros), totalmente cargado, tomábamos rumbo por la Luperón, con destino a la casa de Manresa. Lo hacíamos llenos de ilusiones y esperanzas en espera que el Señor obrara y nos usara para impactar y ministrar a esas parejas que por 48 horas dependerían de nuestro amor, en realidad no era nuestro sino del Señor. Por ello la gloria y mejor aplauso es para ÉL.

Al finalizar me permito una reflexión de lo que pueden ser otros diez años. ¿Que falta y que hay que seguir haciendo?

  1. Seguir sirviendo al Señor: “Hermanos, ¿vamos a servir al Señor? Amén, serviremos al Señor”.
  2. Reconocer que toda provisión depende del Señor, y que él es fiel en la medida de nuestra fe depositada en Su provisión. El asunto no es de dinero, sino de disposición.
  3. Seguir pensando que nuestro trabajo es de salvación y que ningún cansancio nuestro puede ser motivo de desanimo. Una familia restaurada y transformada vale más que nada. “Tu necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse”.
  4. Proyectarse a un futuro sirviendo al Señor con total excelencia, dar lo mejor ministerialmente y con la decisión de seguir atravesando culturas con tal que Cristo sea conocido. “Que la gente escuche los testimonios, pero que luego se olviden para ver al Señor obrando”.
  5. “Con los años que me quedan, los voy a dedicar a ti…” A la pareja, pero especialmente al que merece todo honor, Jesucristo.
  6. Finalmente, “¿Qué sería de mi, si no me hubieras alcanzado?”. Sí, todo lo ha hecho el Señor.
De nuestra parte nuestro compromiso es que muchos más sean alcanzados., aquí y allá. Hoy nuestro ministerio es formar una nueva generación pastoral, de nuevos siervos y siervas de Dios que sean agentes de cambio. Con fe creciente quisiéramos que entre ustedes se refuerce la visión y tarea de seguir escribiendo una nueva historia familiar de otros cientos de parejas de queridos dominicanos y dominicanas.

Amigos, felicidades por ser parte activa de una obra iniciada hace más de una década, ministerio que se ha afianzado y que puede seguir entregando el amor recibido de parte del Señor, y quizás multiplicándose en Quisqueya. Para que muchos más conozcan el verdadero amor, porque “Amor con amor se paga”.

Como comencé escribiendo, estas remembranzas vinieron como caudal, he escrito sin nada que revisar. He leído a Naara esto que he escrito, y ella comparte plenamente estas apreciaciones del alma sobre ALMA, el filtro ha pasado así que ahora este escrito es para ustedes, esto es un trocito de nuestra historia.

Al cerrar recalcar para que no olvidemos que efectivamente “Dios tiene el control”, sin ello nada del pasado hubiera sido posible.

Sus amigos y pastores,

IVÁN Y NAARA
Abril de 2011.

BODAS DE ORO DE MIS PADRES, Carlos y Rosa Flores: Juntos como Familia

BODAS DE ORO DE MIS PADRES, Carlos y Rosa Flores